Antología de Concurso Juvenil de Literatura celebra creatividad de niñas participantes

Con el propósito de que niñas, niños y dolescentes se empoderen de la palabra escrita, de su identidad cultural y de su propio entorno y se animen a leer y escribir, el plan de lectura Manuel Vadell, del Centro Nacional del Libro (Cenal) presentó este domingo 13 de julio en la Filven 2025 la Antología del I Concurso Nacional Juvenil de Literatura Teresa de la Parra, una de sus políticas bandera.

La actividad fue realizada en la sala Judith Valencia, escritora homenajeada de esta 21a Feria Internacional del Libro de Venezuela, y estuvo dirigida por la gerente general de Estrategia del Cenal, Yris Villamizar, quien se mostró alegre y agradecida porque se recibieron 220 manuscritos entre cuentos, cartas y ensayos de niñas y mujeres adolescentes.

Villamizar indicó que el Concurso Nacional de Literatura Teresa de la Parra, convocado a principios de año y que honra la obra literaria de una de las escritoras venezolanas más destacadas del siglo XX, busca motivar a escribir y a leer “a nuestras niñas, nuestras jóvenes creadoras, ya que necesitamos ese relevo para la literatura venezolana”.

Aunque lleva el nombre de Teresa de la Parra y se enfoca en celebrar la literatura femenina, el concurso en sí no tiene restricciones de género, acota el Cenal, organismo organizador de la Filven, en su página en Internet.

En su primera edición el Concurso acogió los trabajos de niñas y jóvenes venezolanas o extranjeras residenciadas en el país, de 12 a 14 años (para cartas o cuentos) y de 15 a 18 años (para cuentos, cartas o ensayos).

La palabra escrita construye el pensamiento

Por su parte, el editor de esta publicación, Enio Tucci, destacó el ejercicio de la palabra escrita como un derecho humano y de cada quien, “porque con la palabra escrita nosotros empezamos a construir un aparato crítico y un pensamiento complejo, y es a través de la escritura en donde podemos llegar a (…) aprender a pensar, a organizar las ideas, igual que a organizar las palabras”.

Tucci invitó tanto a niñas y niños como a adolescentes y jóvenes a empoderarse de “sus propias palabras (…) porque al final todas las palabras hay que usarlas en algún momento, esperemos que con las mejores intenciones”.

En esta oportunidad se hizo entrega de los certificados y de la publicación a las jóvenes ganadoras del estado Miranda y del Distrito Capital. Entre ellas estuvo Samantha Lucía Estaba, del Colegio Madison, quien agradeció la puesta en marcha de este concurso del que resaltó la organización.

Escribir significa haber leído

La joven Lucía Estaba relató su experiencia literaria, que calificó como emocionante, y cómo descubrió que para escribir es necesario nutrirse primero con experiencias y lecturas.

“Al inicio, no tenía ni una idea de qué escribir. Yo estaba en la ducha diciendo, no, ahorita se me va a ocurrir y no se me ocurría. Pero, claro, cada una de estas historias es un trabajo en equipo. ¿Por qué?, porque para escribir una historia uno tiene que tener una inspiración, tiene que tener una vida social y tiene que haber leído”.

Precisó que es de la lectura de donde surgen las ideas. “En cada libro se plasma una confesión y se puede decir que es como salir de una cárcel, porque uno mismo se empieza a expresar y a revelar quién es”, dijo.

“Cada libro es un espejo. Revela lo que un alma oculta y, en especial, lo que el autor siente”, puntualizó la joven creadora.

En representación de los padres, madres y representantes tomó la palabra Francisco Javier Estaba, quien celebró la primera edición del Concurso, que hizo que sus hijas abrieran sus corazones, exploraran su creatividad y expresaran sus inquietudes, necesidades y su visión particular del mundo, todo lo cual “queda plasmado en este libro”, resaltó el orgulloso padre.

De igual forma, felicitó a las ganadoras por tener “ese corazón y esa capacidad para hacernos ver y hacernos entender lo que está dentro de su alma”.

Con la publicación de esta antología las autoridades del Cenal reconocen y agradecen el esfuerzo, dedicación y creatividad de todas las niñas y adolescentes participantes en este certamen.

Igualmente destacan el apoyo ofrecido por maestros y representantes en el desarrollo de habilidades y potencialidades estético-literarias del ejercicio creador de la escritura, testimonio del valioso legado literario y de la inspiración que genera Teresa de la Parra en las nuevas descendencias.

Luego de evaluar 220 los manuscritos presentados, tomando en cuenta los criterios del concurso, tales como originalidad, creatividad, estilo, uso del lenguaje y adecuación temática, el jurado integrado por Villamizar, junto a Maribel Prieto y Ana Mirian Navas, seleccionó 42 obras: 31 cuentos, 7 cartas y 4 ensayos, los cuales forman parte de la presente antología.

FILVEN/MEG/MC