Especialistas en historia insurgente e identidad compartieron con docentes de Güiria mecanismos para el fomento de la cultura local, las tradiciones y el pensamiento descolonial, como parte de la agenda de la 21.ª Filven Sucre.
El evento, efectuado en la escuela Alejandro Villanueva, contó con la presentación de la colección “Insurgencias Históricas y Afroepistemologías Cimarronas”, a cargo del escritor Gustavo Silva, seguido de un debate titulado “Los juegos tradicionales parianos y la escuela: estrategias pedagógicas para reafirmar la identidad local”, conducido por el antropólogo Alfredo Bello.

El encuentro estuvo moderado por María Pastrán, coordinadora de la Gran Misión Viva Venezuela en el municipio Valdez, quien destacó el resurgimiento de la cultura local en Güiria. “Hoy vivimos un despertar de nuestra cultura más autóctona. Más que buscar que otros nos reconozcan, debemos reconocernos a nosotros mismos”, afirmó.
Historia, colonización y resistencia
Por su parte, Gustavo Silva expresó su emoción por compartir con la comunidad. Güiria es “una ciudad que nos conecta con el Caribe insular y continental. Somos propietarios de un tesoro histórico y cultural que debemos descubrir y valorar”.
Silva profundizó en el impacto del colonialismo en la región. “Somos resultado de un proceso oprobioso que destruyó poblaciones indígenas y esclavizó al pueblo africano. Europa impuso prejuicios que aún persisten, generando una vergüenza étnica que aún debemos superar”, expresó.

Señaló que Güiria podría ser uno de los municipios con gran retención de herencia africana en el Caribe. “Esto es algo que podemos asumir como una potencialidad. Hay que resignificar nuestra historia y nuestras costumbres, no solo desde la academia, sino desde lo orgánico, desde nuestro autorreconocimiento y su defensa”.
Además, vinculó las luchas de la época colonial con las actuales, cuando se pretende dominar al Caribe a través de la vía guerrerista. “El tráfico esclavista financió el capitalismo europeo. Hoy, ante las amenazas del imperialismo, defender nuestra soberanía es defender nuestra identidad. Estamos inscritos en un proceso de dimensión universal”, manifestó.
La colección presentada, compuesta por 18 libros impulsados por la Comisión Presidencial para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica, Justicia y Reparación sobre el Dominio Colonial y sus Consecuencias en Venezuela, busca combatir los estereotipos históricos arrastrados desde la época colonial. “Nos veían como eslabones entre el hombre y el animal, sin alma. Esos prejuicios incluso influyeron en autores venezolanos”, refirió Silva.

Al respecto, Pastrán enfatizó la necesidad de incorporar estos contenidos en el currículo educativo. “Lo afro persiste pese a todo, y en la escuela tenemos que trabajar esto de manera consciente. Debemos integrar nuestra identidad cultural en la enseñanza diaria”.
Los docentes propusieron estrategias para fortalecer la identidad en las aulas, como involucrar a las familias en la enseñanza de la gastronomía local y continuar los esfuerzos en el rescate del idioma patuá como herencia viva y romper paradigmas coloniales en la educación.
Juegos tradicionales como estrategia pedagógica
El antropólogo Alfredo Bello centró su intervención en “Los juegos tradicionales parianos y la escuela”, un estudio que surgió de un viaje a San Juan de Unare, donde la imagen de niños jugando en el mar lo llevó a replantear su investigación. Su trabajo reveló la riqueza lúdica de la región, documentando 120 juegos autóctonos y 18 juguetes tradicionales en cinco municipios de Paria, clasificados en distintas categorías como juegos de río, de mar e incluso fúnebres.

Bello destacó el vínculo entre algunos de estos juegos y las raíces africanas, y su relación con los trabajos propios de la región. “El juego de palos, por ejemplo, llegó como un ritual africano.
Nuestras actividades económicas, como la pesca o la siembra, también se aprenden desde lo lúdico, integrando al niño en su entorno cultural”.
Criticó la industrialización del juguete, que reduce al niño a “espectador y consumidor”, contrastándolo con la filosofía del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa: “Si el niño construye sus propios juguetes, construye su mundo”. Como ejemplo, refirió la maraca indígena, un instrumento ritual y lúdico que resiste frente a la homogeneización cultural.

Propuestas para el rescate identitario
En el debate se insistió en la necesidad de desafiar los paradigmas coloniales en la educación. “La escuela debe ser un espacio para reconectarnos con nuestra ancestralidad”, subrayó Bello.
El evento cerró con un llamado a construir políticas desde la comunidad que reconozcan las particularidades afrodescendientes y posicionen a Güiria como un referente en la reivindicación cultural.
La Filven estará hasta este lunes 8 de diciembre en los alrededores de la plaza Bolívar de Güiria, con una programación literaria y cultural para el disfrute de la comunidad sucrense.

