Los pasillos de la 21ª Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025 registraron un constante caminar durante su jornada final. Desde horas de la mañana, una marea de visitantes, asiduos y curiosos inundó la Galería de Arte Nacional y la plaza de la Juventud de Caracas, decididos a no perderse el cierre de esta fiesta literaria de diez días.
En medio de un ambiente eléctrico, familias, grupos de amigos y lectores solitarios asistían a las distintas salas, compartían un café en los rincones de descanso y debatían con conocidos y desconocidos sobre libros que adquirían o deseaban adquirir.
El recorrido fusionaba literatura y arte. Mientras algunos se detenían ante esculturas que dialogaban con los estands editoriales, otros disfrutaban las exposiciones bajo el eco de las voces de los homenajeados y ponentes. En cada sala, el ir y venir nunca se detenía.
Homenaje a Gonzalo Fragui
En la Sala Judith Valencia, Yris Villamizar representó al Centro Nacional del Libro (Cenal) para presentar la Antología del I Concurso Juvenil Teresa de la Parra. Allí destacó los 220 manuscritos recibidos de niñas y adolescentes como fruto del Plan Nacional de Lectura Manuel Vadell.

En simultáneo, la Sala Filven vibraba con el homenaje a Gonzalo Fragui. Junto a sus amigos y colegas Luis Britto García y Roberto Malaver, el autor merideño convirtió la presentación de su libro Ambrosías en una cátedra de humor criollo, hilvanando anécdotas que recorrieron décadas de literatura nacional.
Legados que trascienden
El mediodía reflejó la diversidad de esta fiesta literaria. La medallista olímpica Stefany Hernández compartió en la Sala Filven la experiencia de su libro La championa. En tanto, Britto García analizaba en la Sala Civreaux el ideario económico de Simón Bolívar con su libro El pensamiento del Libertador. Economía y sociedad. Esta obra publicada por la Editorial del Estado Plurinacional de Bolivia es símbolo de la integración regional que promueve la Filven.

A su vez, el Pabellón Egipto cerraba su participación tras diez días con más de 100 actividades, mientras Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, explicaba cómo Cuba sostiene 196 editoriales estatales para democratizar la lectura.
Comunas y Revolución
La tarde profundizó en debates políticos y comunitarios. El Instituto Hugo Chávez presentó dos obras, El candidato del pueblo y El libro azul, como herramientas pedagógicas de la Revolución Bolivarina. En otro espacio, Luisa Velásquez y Juan Alonso honraban a la economista Judith Valencia, resaltando su legado en la teoría crítica venezolana.

En paralelo se realizaba el conversatorio Desarrollo de procesos comunales a través de la prensa alternativa del siglo XXI. Acá se subrayó el papel de los medios comunitarios para visibilizar las luchas sociales de su entorno, citando como ejemplos a barrios de Caracas y zonas rurales de Mérida.
La historia como lucha histórica
Las actividades vespertinas tejieron puentes históricos. El presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, presentó Simón Bolívar y nuestra independencia, de Néstor Kohan, Destacó su valor para enseñar historia a los jóvenes “sin corsés académicos”. También en la Sala Egipto, Alirio Liscano rescató las memorias de la lucha armada en los años 60 con Guerrillas y guerrilleros.
Al cierre de la jornada, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas presentó una reedición de Árabes. Historia-Religión-Ideología, de Mazhar Al- Shereidah, en compañía de la hija del autor, y Jinán. Es una obra escrita por un iraquí-musulmán que hizo de Venezuela su Patria.

Precisamente, esta última presentación sintetizó el espíritu de la Filven: un diálogo intercultural y el libro como memoria contra el olvido y trinchera de soberanía.
El ministro también reveló un hito: “Superamos todas las ediciones anteriores en visitantes y ejemplares vendidos”. Así, tras cruzar datos editoriales, el viceministro de Fomento para la Economía Cultural, Raúl Cazal, reveló el ranking preliminar de los libros más vendidos, encabezado esta vez por el poeta Tarek William Saab y Un tren viaja al cielo de la medianoche, publicado por Vadell Hermanos Editores y Monte Ávila Editores.
La Filven 2025 terminó en Caracas, pero sus páginas seguirán abiertas en la memoria del pueblo. Esta intensa experiencia literaria ahora se hará sentir en el resto de las entidades del país, empezando por Guayana Esequiba, que este año fue el estado invitado de honor.
FILVEN/BC/MR