La Revista Nacional de Cultura presentó sus tres últimos números en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025, reafirmando su papel como testigo esencial del acontecer venezolano desde 1938. Antonio Trujillo, poeta, narrador y director de esta publicación que entrelaza literatura, plástica, fotografía y crónica, encabezó el encuentro acompañado por el poeta Luis Alberto Crespo, el fotógrafo documental Rodrigo Benavides y el cronista de Caracas Omar Hurtado, director del Centro Nacional de Estudios Históricos.
En la actividad, efectuada en la sala Esteban Emilio Mosonyi, Trujillo defendió con vehemencia el valor patrimonial de la revista: “Debería ser declarada patrimonio nacional, pues con sus altas y bajas, ha persistido gracias a la luz de sus trabajadores. Hoy celebramos que no ha muerto”. En sus manos, los números 347, 348 y 349 revelaban una nueva estética elegante y un enfoque en las regiones de Venezuela, pues cada edición inscribe al autor en su tierra, mostrando cómo el paisaje alimenta a la creación.
El número 347 rindió homenaje al tachirense Antonio Mora (Pregonero, 1947), bibliotecario por cuatro décadas y fundador de proyectos editoriales en Los Andes. Titulado “Tres zarandajas”, rescata la voz de este escritor fundamental. Le siguió la edición 348, dedicada a Barinas: “La hoja de tabaco. Crónica sobre arte y cultura de Barinas”. Es una investigación de Leonardo Ruiz Tirado y Arnaldo Erazzo con fotografías de Benavides, síntesis de 20 años de trabajo en 260 páginas que convierten la imagen en crónica viva.

La entrega 349 conmemoró los 200 años de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Este número, bajo el título “Un lago cuenta su historia”, fusionó ensayo histórico, crónica urbana, testimonio poético y arte visual con las fotografías de Audio Cepeda. Un proyecto multidisciplinario que trasciende la documentación para mostrarse como plataforma de resistencia identitaria.
El valor integral de la Revista Nacional de Cultura es reconocido por los creadores venezolanos. Al respecto, Benavides reflexionó sobre el papel de la fotografía en tiempos de banalización visual, enfatizando su capacidad lírica para documentar la historia. Hurtado resaltó el mérito de la revista al historiar la nación a través de décadas complejas, calificándolo de una labor patriótica. Crespo, por su parte, reconoció la tenacidad de Trujillo para mantener viva esta plataforma cultural.
Con su formato de libro, que facilita la conservación, la Revista Nacional de Cultura puede consultarse en la Biblioteca Nacional, la biblioteca del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), la Casa de las Letras Andrés Bello y el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg).
La Filven extiende su invitación hasta el 13 de julio: más de 600 actividades esperan al público en la Galería de Arte Nacional y la plaza de la Juventud para descubrir estas y otras voces que, como la Revista Nacional de Cultura, tejen el rostro plural de nuestra identidad.

FILVEN/BC/REP