La lectura enriquece la diversidad cultural y promueve una sociedad más igualitaria

La gerente de Lectura, Escritura y Bibliotecas del Centro Regional para el Fomento del libro en América Latina y el Caribe (Cercalc), Jeimy Hernández, habló sobre la importancia de la lectura como un derecho humano y cultural.

En el VI Encuentro de Formadores del Plan Nacional de Lectura Manuel Vadell, realizado en la Sala Ifigenia, Hernández estuvo acompañada por el escritor cubano Enrique Pérez Díaz y la docente venezolana Yris Villamizar.

Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), la consultora internacional instó a seguir promoviendo la pasión por el libro, independientemente de su formato (digital o físico), para la formación de mejores ciudadanos y con más empatía para el intercambio de conocimientos.

Hernández considera que la escritura y la lectura contribuyen al desarrollo de una sociedad con mejor convivencia, porque gracias a ellas sus ciudadanos saben usar correctamente la palabra. En ese sentido, habló sobre el valor de reconocer las vulnerabilidades del otro y las problemáticas de los territorios.

“A través del acceso a la información, del fomento de la lectura y de los contenidos que circulan en las bibliotecas públicas y en las aulas de clases, podemos contribuir a formar personas con más conciencia de su entorno y mayor sensibilidad para contribuir en los procesos de inclusión, justicia y equidad social”.

Asimismo, exhortó a descubrir e impulsar nuevos materiales literarios que permitan la inclusión en la lectura a niños, niñas y jóvenes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), autismo, o cualquier otra condición similar.

“Es muy importante incentivar a los trabajadores de la industria editorial y respaldar espacios como la Filven, incluyentes, que respeten y promuevan la diversidad cultural”, reflexionó. Asimismo, abordó la necesidad de apoyar a las “bibliotecas vivientes”, refiriéndose a las abuelas que narran historias, para que su legado y sus conocimientos perduren en el tiempo.

Finalmente, la bibliotecóloga pidió no condenar a los jóvenes por el uso de la tecnología para el acceso de la información, ya que existen buenas iniciativas como, por ejemplo, las bibliotecas portátiles del programa Bibliotecas sin Fronteras.

FIN/FILVEN/FD/MR