El legado cinematográfico y humano de Román Chalbaud es reconocido en la Filven 2023

Amantes del séptimo arte, representantes de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) y del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) se congregaron este lunes en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2023 para homenajear y resaltar las claves de la reconocida obra fílmica de Román Chalbaud, quien falleció el pasado septiembre en Caracas.

La profesora Patricia Kaiser, el escritor Luis Britto García, el productor Hernán Rubín y el presidente del CNAC, Carlos Azpúrua, recordaron entre anécdotas a quien el gremio reconoce como un gran creador, un hombre se que consolidó como uno de los cineastas más prolíficos de nuestro país.

Al iniciar el homenaje, se presentó una selección de un documental que está realizando Humana Cooperativa Audiovisual, así como un material del director Juan José Espinoza, quien compartió con el maestro Román en sus talleres de apreciación cinematográfica.

Además de estas producciones, se compartieron visiones sobre la obra de Chalbaud. En ese sentido, Patricia Kaiser destacó esa manera tan especial del cineasta de conjugar la poesía con la tragedia, y su retrato a la realidad de los más humildes desde una visión que le debe mucho al neorrealismo italiano, como el mismo director afirmaba.

Ese Chalbaud dramaturgo, en palabras de la docente, es quien da el nivel y el sentido poético a su obras fílmicas, siempre planificadas minuciosamente en cada toma para sacar lo mejor del grupo actoral y el equipo técnico a través del trabajo colaborativo. “Su humildad mejoraba su capacidad para crear obras de excelencia al buscar otras opiniones”, manifestó Kaiser.

Esta combinación de disciplina, humildad y sensibilidad posibilitó que, tanto en teatro como en cine, el maestro Chalbaud retratara al pueblo venezolano con un realismo poético único. Su legado persiste como ejemplo de ética y creatividad: “Yo siempre digo que los artistas no se mueren porque queda su obra, lo que muere es el cuerpo, y Román sigue vivo en su extensa obra”, manifestó Kaiser.

Compromiso con la idiosincrasia venezolana

Luis Britto García, quien colaboró estrechamente en las últimas producciones del cineasta, realizó un análisis de la óptica de Chalbaud desde el contexto histórico que vivió, y cómo llegó a consolidar una visión fílmica con un lenguaje propio, retratando una Venezuela “Chaulbaudlesca”.

El escritor conectó la historia del éxodo campesino venezolano con la propia historia de Román, quien siendo un joven toma un viaje de cuatro días desde los andes con su familia para buscar oportunidades en la capital.

“Los campos de Venezuela fueron esterilizados por la codicia de una clase gobernante egoísta que sólo tuvo para el pueblo miseria, Venezuela entonces se convirtió en un país donde sus habitantes migraban buscando nuevas oportunidades. El recorrido de Román vino por esta ciudad de un sitio a otro: llega a San Agustín, vive también en La Pastora, pasa un tiempo en La Charneca, parte de su existencia la pasa en Catia, de donde vienen grandes talentos como José Ignacio Cabrujas y Salvador Garmendia”, reseñó el escritor.

Britto recordó su forma incansable de trabajo con recursos limitados para elevar las historias del pueblo venezolano y plasmar la realidad del país; y cómo fue un observador cercano de las dificultades del día a día y del ingenio de las personas para salir adelante, adquiriendo una profunda sensibilidad para representarlas en su obra.

Para el escritor, el centro de la familia venezolana y de los movimientos sociales es la mujer, una realidad que Chalbaud, sostenido también por una familia de valientes mujeres, supo tratar desde su universo sensible. “Vean ustedes cómo gran parte de los protagonistas de sus películas son mujeres, desarrolladas con una enorme intensidad narrativa”, manifestó Britto.

“Ese es el aprendizaje, esa es la academia, esos son los logros de Román: ver cómo vive la gente de verdad en las zonas pobres, en las zonas que llaman elegantemente marginales, los nadie, los seres que no tienen importancia, pero esos seres son los que tienen una gran importancia, están todo el tiempo inventándose la vida, inventando argucias, modos de existir, tratando de representar un poquito más de lo que son” señaló Britto García al hablar de trasfondo argumental de las narrativas de la obra de Chalbaud.

Chalbaud, el teatro y la televisión

Britto García también habló del paso de Chalbaud por el teatro y la televisión. El director de cine se fogueó primero en el trabajo teatral con un exiliado español que se propuso hacer una especie de pequeño taller de teatro en el liceo Gran Valle. Este español, Alberto de Paz y Mateos, se desempeñó entre los años 1950 y 1957 como director artístico de la Televisora Nacional, e invita a Chalbaud a trabajar con él.

“Esa es la verdadera escuela de formación: descargar cables, llevar cámaras a los alumnos de aquí para allá, montar un decorado que se cae… Román va allí aprendiendo toda esa serie de elementos del lenguaje de la imagen, el toque, el cuadro, sucesión, voluntario, toda esa cantidad de cosas que van a ser tan útiles en el teatro y después en el cine, y entonces él va hacia el inicio de su trabajo cinematográfico”, recordó Britto.

Asimismo, subrayó que a esta astucia técnica aprendida en los espacios del teatro y la televisión se sumó una visión de cine que buscaba llevar al arte las vivencias reales del pueblo venezolano, más allá de fantasías, a través de su visión poética de la condición humana en la adversidad, con lo que dejó un legado único en el cine nacional.

Este homenaje al gran maestro Chalbaud se inscribe dentro de las más de 600 actividades culturales preparadas para los y las asistentes de la Feria, que estará hasta este domingo 19 de noviembre. La programación está disponible en el sitio web www.filven.com

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